Hemos estado el fin de semana del 13-15 de Enero 2017, en la casa grande, la de quince. Una casa fantástica, con jna chimenea gigante, con cassete. Sofás comodisimos con fundas que se lavan, una tele gigante, una mesa larga, cocina americana pero separada del salón (muy bien diseñada), con lavavajillas, lavadora, Barbacoa con la mesa al lado de la barbacoa, en un porche gigante y con parte cerrada. Las habitaciones con toallas de sobra, gel y champú, Edredones de sobra. La decoración no puede ser mas bonita y cuidada. En el restaurante del mismo recinto se come de escándalo, el arroz caldoso espectacular (si lo pides sin cilantro te lo hacen). Para dormir muy silenciosa y los colchones de primera calidad. El jardín muy cuidado. La casa está llena de deralles que nos han encantado. El trato muy amable. Se nota el cariño y el amor con el que los dueños llevan la casa. Es una casa DIEZ!