El pueblo es precioso. Una maravilla. El entorno lo mismo, los montes Aquilianos y la Tebaida Berciana. Hemos hecho muchas caminatas preciosas. Y la casa es muy muy bonita. Con todo lo necesario para una estancia muy cómoda de 6 personas. Todo bien preparado, hasta el último detalle y una restauración muy bonita. Una tranqulidad increíble, que era lo que buscábamos. Que gusto vivir y dormir sin ruidos de tráfico. Los dueños en todo momento atentos a nuestras necesidades, sobre todo Lucas. Tuvimos un problema con el coche y tuvimos que entrar un día después, y sin ningún problema. Repetimos seguro, pero seguro.