El alojamiento está muy bien situado en la Medina de Arcila.
La casa es amplia, muy bonita, bien decorada, limpia, con todo lo necesario y enseres de cocina mas que suficientes.
Los propietarios muy simpáticos, atentos y serviciales.
Un sólo pero es que el agua caliente del calentador fallaba bastante y a mitad de la ducha salía fria, cosa nada agradable en invierno . Nos dijo la dueña que era en parte por la humedad de la ciudad aunque el calentador se veía ya bastane viejo.
Aparte de eso, todo estupendo, para volver